Artes ibéricas milenarias ( I )
Con la creciente proliferación de centros de artes y prácticas orientales se está empezando a perder una vieja arte ibérica milenaria: la siesta.
La siesta es una compleja arte que sólo unos pocos afortunados son capaces de dominar, muchos valerosos hombres han probado la siesta durante años y han caido en un profundo sueño del que nunca han logrado escapar. El caso más famoso que se recuerda es el de blancanieves, que se salvó en el último momento gracias al principe.
Bien, una vez descrita la dificultad de la técnica vamos a repasar la preparación necesaria para llevarla a cabo. Si bien tener sueño no es estrictamente necesario, es muy recomendable, ya que nos ayudará a la hora de concentrarnos. Es muy importante, MUY importante, comer algo antes de practicar la siesta, la falta de alimento en nuestro estómago podría acarrear consecuencias nefastas para nuestro organismo. Se han dado casos de siesteros digeridos por su própio estómago al no haber comido adecuadamente antes de practicar la siesta. Por último es necesario disponer de algún elemento de descanso donde podamos situarnos más o menos horizontales para llevar a cabo la siesta. No se recomienda hacerlo en posición vertical ya que podría provocarnos lesiones irreversibles. Vuelvo a recordar que la siesta es una técnica muy peligrosa y que para su correcto uso se han de seguir las instrucciones al pié de la letra.
Ya estamos preparados y tenemos todo lo necesario para empezar a practicar la siesta, ahora debemos concentrarnos profundamente y dar los pasos necesarios para tal práctica. Llegados a este punto sólo tendremos que tener una cosa en cuenta, la hora y la duración de la siesta. La siesta sólo se puede practicar en la franja horaria conocida como mediodia-tarde, durante esta franja horaria se dan las condiciones climátiacas idóneas para practicar la siesta sin ningún riesgo para nuestra salud. La duración de esta práctica no puede exceder los 90 minutos para siesteros nóveles, ya que supondría un agotamiento excesivo para el practicante. Con entrenamiento y años de experiencia se puede ir aumentando la duración de las siestas, hasta llegar a una duración considerable, he conocido maestros siesteros capaces de mantenerse hasta 8 horas en estado de siesta, sin que ello repercutiera en su salud.
Para culminar esta ancestral práctica debemos colocarnos horizontalmente sobre la superficie de descanso, respirar hondo, concentrarnos profundamente y cerrar los ojos. En ese preciso instante, si todo está correctamente y hemos seguido los pasos al pié de la letra, alcanzaremos la plenitud de la siesta y lograremos la paz interior materializada en forma de profundo y placentero sueño.
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2 Comentarios en “Artes ibéricas milenarias ( I )”
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Has olvidado un elemento imprescindible para una buena siesta, tener puesta la tele con el diario de patricia, sin eso, el resultado es fracaso seguro.
cierto, también entran elementos externos como el diario de patricia, los documentales de la 2 o aquí hay tomate.. xD
Otro día hablaremos más extensamente sobre los factores externos que pueden afectar a la vida del siestero profesional.
Gracias 6Q !